Son pocos los que saben que, en Belvis del Jarama, Madrid, se esconde un enclave natural lleno de vida conectado con el río Jarama. Un ecosistema acuático en el que conviven numerosas especies animales y de flora, muchas de ellas amenazadas por la falta de agua. Esta es la zona en la que se desarrolla el Proyecto Jarama, una iniciativa con la que la cervecera HEINEKEN España va a devolver toda el agua que contienen las cervezas de marcas como Heineken®, Cruzcampo, Amstel y El Águila que elabora en su fábrica de Madrid. Más de 500 millones de litros de agua, compensados cada año al río Jarama de forma natural, que le permitirán alcanzar el balance hídrico neutro este mismo año para hacer que su actividad en España mantenga el equilibrio del ciclo del agua, sin ejercer un impacto negativo.
Los beneficios del Proyecto Jarama van más allá, ya que contribuye a recuperar el ecosistema de la ribera de este río y las Lagunas de Belvis, un espacio natural protegido incluido en el Catálogo de Humedales de la Comunidad de Madrid y el Inventario Nacional de Zonas Húmedas. De esta manera, la cervecera, de la mano de la ONG SEO/BirdLife, contribuye a enriquecer la valiosa vegetación de ribera que allí podemos encontrar, que incluye plantas acuáticas emergentes como juncos, álamos, chopos, fresnos, sauces y especies amenazadas en la región como el taray. Y creando mejores condiciones para la vida de animales como el corzo, aves migratorias como la garza real, que descansan en sus viajes a África y muchas otras especies vulnerables.
Tal y como señala la directora de Relaciones Corporativas de HEINEKEN España, Carmen Ponce: “En HEINEKEN sabemos que el agua es un recurso muy valioso, porque sin agua no hay vida ni diversidad y, por supuesto, no podríamos elaborar cerveza. Por eso hace años que trabajamos para cuidar el agua y todo lo que vive de ella, con soluciones basadas en la naturaleza que generan valor para la comunidad local. El Proyecto Jarama es un excelente ejemplo de cómo combatimos desafíos tan graves como el cambio climático, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad, especialmente urgentes en España, con más H20 y menos CO2. Porque sin azul no puede haber verde, y en HEINEKEN siempre pensamos y actuamos en verde”.
Este compromiso integral con la sostenibilidad busca generar un impacto positivo en el entorno local y en las personas que viven en él, actuando en una zona que se encuentra a menos de cinco minutos de su fábrica de San Sebastián de los Reyes, la única de una gran cervecera que hay en la Comunidad de Madrid. Y trabajando junto a instituciones como la Confederación Hidrográfica del Tajo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Comunidad de Madrid, y ONGs como SEO/Birdlife para llegar más lejos gracias a estas colaboraciones. Estas alianzas abren nuevas vías de cooperación con la administración pública, con otras empresas y ONGs con el objetivo de apoyar el progreso social y económico de las comunidades, impulsando su transición verde.
Las actuaciones del Proyecto Jarama se centran en la ribera del río a su paso por Belvis, en torno a dos líneas de trabajo. La primera, la eliminación de un tramo del dique artificial que impedía la inundación natural de la llanura aluvial de Belvis del Jarama, ya ha finalizado. Ahora, cuando el río crezca, convertirá esta llanura en una laguna estacional: un nuevo depósito natural de agua que recargará el acuífero y las reservas subterráneas, mejorando la calidad del agua y reducirá el riesgo de inundaciones.
La segunda línea de trabajo, que está desarrollándose actualmente, busca mejorar la biodiversidad de este valioso ecosistema. Para ello, HEINEKEN España está eliminando residuos y plantas invasoras y exóticas como el ailanto, para sustituirlas por vegetación autóctona de agua dulce. Las plantaciones incluyen especies como el lúpulo silvestre, una variedad única en la Península que crece entre sauces; el cerezo de Santa Lucía, un arbusto muy valorado en la fabricación de perfumes por el delicado aroma de sus flores; el rosal silvestre, cuyo fruto -el escaramujo- representa una de las principales fuentes de vitamina C que nos brinda la naturaleza; el lirio, una planta que crece en bosques de ribera y casi no podemos encontrar en la Comunidad de Madrid, muy valiosa por su capacidad para filtrar aguas contaminadas; y olmos resistentes a la grafiosis, una plaga que está exterminando uno de los árboles más emblemáticos, comunes y simbólicos de la Península Ibérica. Además, la cervecera está instalando cajas nido para aves insectívoras y murciélagos y colabora con la ONG SEO/Birdlife en acciones de sensibilización y conocimiento de la riqueza natural de la zona.
Estas acciones conseguirán mejorar el hábitat de animales protegidos y amenazados como el aguilucho lagunero, cuya población se limitó hace unas décadas a poco más de 200 ejemplares por la pérdida de humedales; o el martín pescador, una de las aves más perjudicadas por la falta de aguas dulces en España. Así como la nutria, que vuelve a verse en el Jarama después de estar 40 años desaparecida en la Comunidad de Madrid, especies de anfibios como la rana verde, considerada la reina de las charcas, y de reptiles como el galápago leproso, la tortuga acuática autóctona de la Península Ibérica.
HEINEKEN España, a la cabeza en protección de las fuentes de agua
La ambición de HEINEKEN España de elaborar cervezas que le gusten al mundo, a las personas y al planeta, se centra en tres batallas: lograr ser cero emisiones, maximizar la circularidad y proteger las fuentes de agua. Con un enfoque integral que va más allá de la eficiencia y se preocupa de la circularidad del agua y el balance hídrico, teniendo en cuenta el incalculable valor del agua para la economía de cada territorio, ya que la escasez de agua afecta a la salud, a la educación, a la igualdad, a la alimentación, a la economía e incluso al empleo de las personas.
Fruto de este compromiso, HEINEKEN España lleva años trabajando para cuidar las fuentes de agua. Actualmente utiliza 3,37 litros de agua para elaborar un litro de cerveza y pretende seguir reduciendo esta cantidad para hacer que en 2030 se limite a 2,6 litros de agua. Sus esfuerzos para consumir menos agua se centran en los procesos de limpieza y mantenimiento en fábricas, a los que se dedican 1,8 litros de agua por litro de cerveza (un 47% menos que en 2008). Esta agua ya se trata al 100% para devolverla al entorno con la calidad necesaria. Pero hay una parte del agua, la que contiene la botella y la que se evapora en el proceso de elaboración de (1,5 litros de agua por litro de cerveza), que HEINEKEN no puede dejar de consumir.
Por eso, en 2015 la cervecera se comprometió a hacer que todas sus fábricas en España lograsen el balance hídrico neutro, buscando fórmulas capaces de reforzar los resultados de sus programas de eficiencia y circularidad de agua. Así fue como HEINEKEN España asumió la responsabilidad de devolver el 100% del agua que contienen sus cervezas a su fuente de origen: los ríos que proporcionan el agua que necesitan para elaborarlas.
Para definir estos objetivos se tomó como referencia el agua que va en cada botella de cerveza más la que se evapora en el proceso de elaboración: casi 1.500 millones de litros de agua al año para las tres cuencas hidrográficas en las que se encuentran sus fábricas de Sevilla, Jaén, Madrid y Valencia.
Después, la cervecera identificó los proyectos más adecuados para ejercer un impacto positivo a largo plazo, implicando a Administraciones Públicas, instituciones, ONGs, colaboradores, clientes y ciudadanos para llegar más lejos. Así surgieron los proyectos Doñana, Albufera y Jarama, tres iniciativas ubicadas en ecosistemas de alto valor ecológico que van a restituir a las cuencas de los ríos Guadalquivir, Júcar y Jarama toda el agua que contienen las cervezas elaboradas por HEINEKEN España. Permitiendo alcanzar el balance hídrico neutro en España este mismo año, casi una década de la fecha que se ha marcado la compañía a nivel global para países con alto estrés hídrico como España.